Como ya expliqué en el artículo anterior, mientras se aclara mi situación profesional, y a la espera de tener nuevos alumnos con los que continuar este amado proyecto que emprendí hace casi seis años, me he embarcado en una nueva aventura, aún más alocada si cabe.
Dicen que quien espera desespera, y para que esa espera sea menos dura, he decidido darle vida a un proyecto que siempre ha estado rondando por mi cabeza: un blog de filosofía para niños pequeños.
Y es que ya van siendo muchas las veces que algún alumno de 1º de la ESO me aborda en un pasillo y me suelta a bocajarro eso de “¿y tú qué das?”, “¿filosofía?”, “¿qué es eso?”. Anda que la preguntita… se las trae. Menos mal que uno de ellos le preguntó a su hermana mayor, la cual asistía a mis clases, y dio con la solución: “Es una asignatura en la que se habla de cosas raras que dijeron unos paisanos muy feos“. Evidentemente, es eso.
Aún así, y por si esta explicación fuera insuficiente, os muestro el nuevo proyecto para quienes queráis seguir mis andanzas virtuales. Está muy en pañales y me llevará un tiempo echarlo a andar, pero bueno, tiempo ahora mismo tengo de sobra.
NOTA: Para contactar conmigo dirigíos a la dirección de correo que se encuentra en la página “Acerca del blog” o escribid un comentario en el blog nuevo, pues no sé si podré seguir administrando éste, con lo cual no podría leer vuestros mensajes.
Como no podía ser menos, finalizo este curso escolar con un artículo de despedida. He de reconocer, como ya sabéis todos, que este no ha sido un curso fácil. Cada año, los profesores y profesoras vemos incrementada exponencialmente nuestra carga de trabajo (más materias, más alumnado, más cursos de formación, más actividades extraescolares, etc.), por lo que el cansancio hizo mella en mí y tuve que soltar lastre por algún tiempo.
Para colmo de males, parece que no pintan tiempos mejores. Según el ministro de Educación español, las asignaturas que yo he impartido estos años en dos idiomas son “insustanciales”, léase Citizenship (Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos de 3º de la ESO) y Ethics (Educación ético-cívica de 4º de la ESO). Los apuntes propios (en dos versiones, la castellana y la inglesa) a los que dediqué prácticamente todos los fines de semana del pasado curso escolar se irán a la papelera por Real Decreto.
Pero antes de que se obligue a la Lechuza de Minerva a abandonar la ESO y se destierre a las materias filosóficas de la Secundaria, reservándolas únicamente para los “listos” que aprueben una reválida y hagan el Bachillerato, yo he de deciros que nunca olvidaré las clases de Ética (materia que existe desde hace al menos una década con gobiernos de todo color en 4º de la ESO). Es la primera asignatura filosófica de mis estudiantes, y en muchas ocasiones la última.
No tendría por qué ser así, pues muchos de los profesores que me conocen y que leen este blog saben de sobra que se puede hacer filosofía con niños prácticamente desde la educación infantil. Aunque no siempre encuentro tiempo para acudir a las reuniones periódicas del Centro de Filosofía para Niños de Asturias, me siento parte de él, y su línea pedagógica es la que inspira mis clases. Los resultados finales no parecen tan malos, a tenor de las notas que mis alumnos y alumnas de 2º de Bachillerato obtuvieron en la PAU.
En consecuencia, escribo este artículo desde el cansancio y desde el hastío. Ya son demasiados años peleando por enseñar filosofía en esta Comunidad Autónoma y bajo estos vaivenes legislativos. No pienso tolerar que el ministro de Educación me insulte por muy ministro que sea. No pienso consentir que mi trabajo se desprestigie y se tilde de “insulstancial” sólo para que él satisfaga las ansias de su electorado.
Al final, no solamente sufrimos los profesores, sufren también los alumnos, pues a muchos de ellos la clase de Ética les resultaba refrescante, entretenida y les ayudaba a madurar. Guardaré con mimo los trabajos que habéis hecho este curso. Os los pedí porque me temía que podían ser los últimos. No sé si este es el último artículo del blog, pues me estoy replanteando muchas cosas.
A quienes habéis venido a verme, a quienes os he visto pero no hemos hablado, y a quienes no os he visto más, un abrazo y un saludo filosófico.
Como ya son varias las personas que me han comentado en el Instituto lo bien que se lo pasaron en la actuación que Les Luthiers ofrecieron en Oviedo recientemente, donde destacaba su famosa “Cumbia del amor“, he decidido ponerla en el blog para quienes no la conozcáis.
Esta bonita nota de color nos viene al pelo para tratar a Immanuel Kant, pues es el último autor del que veremos con detalle su epistemología, y me refiero a su teoría del conocimiento, porque del otro tema hay pocos datos disponibles, salvo que finalmente no se casó con ninguna dama.
Como actividad voluntaria os voy a proponer una muy sencilla. Tan sólo tenéis que escoger un concepto o el nombre de un autor mencionado en la canción y que hayamos estudiado en clase. Hay que explicarlo un poco en unas cinco líneas. Sólo pido unas líneas pero no quiero que las copiéis sino que lo expliquéis con vuestras propias palabras tratando de hacer memoria sobre lo estudiado anteriormente.
Por otro lado, aprovecho para enlazar algunos recursos de interés sobre Kant:
Si bien Descartes presumía de ser un filósofo enmascarado, David Hume se caracterizó más bien por ser un filósofo bastante adelantado a su época, como buen ilustrado que era. Los propios escoceses se vanaglorian aún hoy en día de tener en sus filas a una figura de la talla de Hume, un intelectual “open minded”. Tanto es así, que su célebre amigo Adam Smith sufría tratando de convencerle de que no publicara en vida sus obras más arriesgadas, ya que el público de su época se podría volver en su contra. Sin embargo, muchos de sus pequeños ensayos son ahora más leídos que el gran Tratado de la naturaleza humana, su obra más ambiciosa. En dichos pequeños ensayos Hume trata numerosos temas, como por ejemplo el amor, la libertad de prensa, el suicidio y la inmortalidad del alma.
Ante las solicitudes de una nueva actividad voluntaria en el blog, os propongo buscar información y responder a las siguientes cuestiones:
a) En Edimburgo hay una estatua dedicada a David Hume. ¿Dónde está?
b) ¿De qué famoso economista era amigo David Hume?
c) ¿Qué juego de cartas era el favorito de David Hume?
d) En el video introductorio se recrea una conversación en la que Boswell le preguntó a Hume si no le inquietaba la aniquilación (”annihilation”), es decir, el dejar de existir. Como podéis ver por la cara que pone el actor que interpreta a Hume, le importaba más bien poco. Esta actitud molestó a alguno de sus enemigos, que esperaba un súbito cambio de opinión ante la cercanía de la guadaña. Parece que Hume se limitó a esperar el momento sobrellevándolo lo mejor posible. Averigua la fecha y lugar de su fallecimiento.
e) ¿Qué decía su epitafio?
d) Reflexión razonada sobre alguna de las teorías de Hume que has estudiado en clase.
Con esto ya tenéis para entreteneros un ratito. Nos vemos en clase.
Fecha de publicación y corrección de las respuestas: Martes 21 de Febrero de 2012.
Me dispongo a proponer una nueva actividad del blog para el alumnado de 2º de Bachillerato, que demanda un artículo sobre el filósofo francés René Descartes. Desde luego, Descartes es un autor sorprendente, pues cometió la osadía de cuestionar a las autoridades intelectuales de su época, atreviéndose a dudar de todo aquello que le habían enseñado. Estaba tan afanado en encontrar la verdad y diseñar un método científico, que no tuvo tiempo de terminar su proyecto ético, dejándonos tan sólo unas pequeñas reglas morales de uso cotidiano.
Como ya os comenté, viendo estos días la nueva serie inglesa Sherlock es inevitable pensar en Descartes. El protagonista de la serie es capaz de obtener infinidad de conocimientos por simple deducción lógica, al más puro estilo cartesiano. Si vuestro mando a distancia lo permite, os recomiendo verla en inglés. Cada vez que Sherlock dice “Obvious” os acordaréis de la importancia del pensamiento racional.
Como actividad voluntaria os propongo el visionado del video introductorio y responder a las siguientes cuestiones. (La calidad del video no es la mejor, pero cuenta cotilleos de los que tanto os gustan):
1. ¿De qué no se fiaba Descartes a la hora de hacer un juicio?
2. ¿De qué se enamoró Descartes al comenzar sus estudios como colegial?
3. ¿A qué juego se aficionó Descartes cuando terminó su formación? ¿Por qué le gustaba?
4. ¿Cómo se llamaba la hija de Descartes? ¿La reconoció como tal?
5. Haz una breve reflexión sobre algún aspecto del pensamiento de Descartes que te llame la atención.
Como siempre, valoraré la calidad de las respuestas, especialmente la última. Nos vemos en clase.
* Las respuestas serán publicadas y corregidas simultáneamente el día 29 de enero de 2012.
Una vez superado el difícil reto de explicar la filosofía medieval antes de las vacaciones de Navidad, y habiendo descansado apropiadamente durante unos días, procedo a escribir el artículo que os prometí sobre esta temática, con el fin de que os sea de utilidad para realizar vuestra disertación filosófica.
Como ya os comenté en clase, sea cual sea vuestra postura personal sobre las cuestiones que trajeron de cabeza a los monjes medievales, es imprescindible tener unos conocimientos básicos sobre el cristianismo para comprender no sólo la Historia de la Filosofía, sino el mundo actual y la cultura occidental en particular.
Tan cierto es que sin la filosofía griega, Roma y el judaísmo no se entiende el cristianismo como que sin el cristianismo no se entiende, por poner un ejemplo, el sentido religioso de las fiestas que se celebran en toda España por estas fechas. Tampoco se entenderían multitud de obras de arte, incluidas muchas canciones pop que ponen por la radio casi a diario, o los anuncios de coches, que abusan del concepto filosófico de “alma”, el cual es muy antiguo pero ha llegado a conocimiento del consumidor medio por vía cristiana.
Los Padres de la Iglesia se enfrentaron dialécticamente con un mundo helenizado donde la filosofía y la ciencia griegas eran fuertes. ¿Qué argumentos podrían persuadir a los paganos para abrazar la “fe verdadera”? ¿Dónde encontrar el armazón conceptual necesario para reflexionar sobre cuestiones tan intrincadas como la encarnación del Verbo? Habéis acertado, en la propia cultura grecolatina. De este modo, tanto Agustín de Hiponacomo Tomás de Aquino asumieron todo ese legado de saber forjando una nueva religión que tiene gran contenido filosófico, de manera que sus fieles, aunque nunca hayan estudiado la filosofía antigua, han tomado contacto con ecos del dualismo platónico o de la ética aristotélica sin saberlo. Sin embargo ahí están, subyacentes en su mensaje. Así es como ha avanzado la historia de las ideas.
De cara a la PAU hay que tener todo esto presente, pero especialmente el argumento ontológico de Anselmo de Canterbury. Ya sabéis que es una prueba “a priori” de la existencia de Dios basada en la lógica. Os lo resumo en palabras de Ben Dupré: San Anselmo empieza con la definición indiscutible (para él) de Dios como el ser “más excelso que cualquier cosa pueda concebirse”. Pues bien, si podemos concebir perfectamente a Dios como tal, Dios debe existir como idea en nuestras mentes. Pero si Dios sólo existe en nuestras mentes, podríamos concebir a un ser todavía más excelso, a saber, uno que existiera en nuestras mentes y en la realidad. De modo que, a riesgo de incurrir en contradicción, Dios debe existir no sólo en nuestras mentes sino también en la realidad.
En la PAU os pueden pedir que relacionéis el argumento ontológico con Descartes, quien lo retoma diciendo que Dios es lo más perfecto que hay, o con Kant, quien refuta el argumento ontológico con el famoso ejemplo de los cien táleros.
Para terminar sólo me queda recordar que si necesitáis ayuda para buscar fuentes que os sean útiles para hacer la disertación, no dudéis en consultarme. Disfrutad de los festivos que nos quedan.
Que no cunda el pánico, porque ya hace días que tenía en mente publicar este artículo para el alumnado de 2º de Bachillerato, ávido de nuevas actividades para Aristóteles. No obstante, múltiples tareas docentes me han absorvido últimamente y no había encontrado el momento propicio para sentarme a filosofar un poco con todos vosotros.
Una primera posibilidad de actividad sobre Aristóteles es visualizar este vídeo humorístico e identificar alguno de los temas sobre los que discrepan Platón y Aristóteles. ¿Por qué dicen eso? ¿A qué se refieren? ¿En qué se diferencian sus teorías sobre esa temática?
Otra posible actividad consistirá en realizar una reflexión sobre uno de los conceptos centrales de la ética aristotélica: la eudaimonía o felicidad. Siendo la razón, el lógos, aquello que distingue al ser humano del resto de seres vivos, Aristóteles considera que la felicidad o florecimiento del ser humano está relacionada con trabajar para perfeccionarse, especialmente en cuanto al desarrollo de nuestras capacidades intelectuales se refiere.
Debemos recordar que el acceso al conocimiento estaba limitado a un reducido número de personas en la sociedad ateniense. Dedicarse al conocimiento era una oportunidad accesible a una minoría selecta. Así, aunque a algunos estudiantes actuales les pueda parecer imposible, Aristóteles postula que aprender también puede ser placentero y nos puede capacitar para vivir con más plenitud todo aquello que nos ocurra en la vida.
Hay quien dice que viajar y conocer lugares nuevos en una forma inmejorable de aprender. Por ello la segunda propuesta de actividad consistirá en elaborar una pequeña reflexión sobre algo que hayáis aprendido en algún viaje (no hace falta que haya sido a un lugar exótico, puede haber sido cerca de casa) y que os haya hecho “florecer”, es decir, crecer, madurar, contemplar algo nuevo e interesante y tener así a gusto el “dáimon”. Quedan abiertas las dos opciones de actividad (el vídeo o la felicidad), así que quienes queráis participar deberéis elegir sólo una y realizarla. A ver quién es más original.
Las respuestas serán corregidas y publicadas simultáneamente el día 20 de Noviembre.
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